viernes, 10 de septiembre de 2010

Educación Financiera y Educación para el Consumo Responsable

En el inicio de esta novena temporada de 'La Bolsa y la vida' queremos insistir en nuestra apuesta por la difusión de la cultura financiera entre la ciudadanía. Ese ha sido el objetivo de este espacio desde su inicio y lo seguirá siendo en el futuro. Es verdad que en estos años ha ido calando el mensaje y son cada vez más la iniciativas en ese sentido, tanto desde el ámbito público como del privado.

Consecuencia de ello es que en este curso escolar la educación financiera va a formar parte de los contenidos de la Educación Secundaria por primera vez. Es verdad que será en pocos centros y que afectará a pocos alumnos, al ser una experiencia piloto, pero que se extenderá en años siguientes al conjunto de alumnos de Secundaria. Esta iniciativa es fruto del 'Plan de Educación Financiera' suscrito por el Ministerio de Educación, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Lo reclamamos durante años y nos congratulamos que se ponga en marcha.

Vamos a iniciar la temporada presentado un proyecto online de Educación para el consumo, con la participación de 27 países de la UE y financiado por la Comisión Europea, que ofrece unos módulos interactivos con información sobre derechos, servicios y recursos didácticos para un consumo responsable. Su nombre es 'DOLCETA'.

Según sus creadores, "los materiales elaborados están pensados para ser utilizados por todas las personas interesadas en la educación para el consumo: profesionales de los servicios públicos de consumo, asociaciones de consumidores, docentes de primaria, secundaria y personas adultas, educadores, familias y población en general."

Les animamos a conocer, a utilizar, y a difundir 'DOLCETA'.


'No es un día cualquiera' inicia su undécima temporada este fin de semana,17 y 18 de Julio 11 y 12 de Septiembre, en Albacete. Como siempre toda la información sobre el programa la pueden encontrar en la web y en Facebook.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo del 17 y 16 de Julio debe estar mal, lo del corta y pega tiene esos inconvenientes a veces, por lo que hay que repasarlo.
A lo que iba, cuando se dice un rédito es anual, por ejemplo 5% anual, entonces la Tasa Anual Equivalente en la mayoría de los casos debe coincidir con el rédito, a no ser que se diga, p.e. 5% mensual, que ya es decir. ¿Hay alguna fórmula facilita para convertir un rédito que no sea anual en TAE?
Gracias

luismi dijo...

Primero, agradecerle la atenta lectura y la corección. El copiar y pega, como bien dice, junto a las prisas, producen estos lamentables errores.

Respecto a su consulta, confío en que en este enlace del Portal del Cliente Bancario encuentre respuesta a la misma:
http://www.bde.es/clientebanca/simuladores/simuladores.htm

Un saludo,
Luismi

Anónimo dijo...

No acostumbro escuchar el programa de Pepa Fernández, pero alguien muy allegado a mí me habló de tus charlas sobre economía, de tu bitácora y de la idoneidad de que me pusiera en contacto contigo al objeto de buscar repelentes con los que evitar los tiburones; y entrando en la misma me topé (en el sentido más cervantino del término) con El Informe Lehman.
Como se expone en este artículo, lo ocurrido (como un exquisitez en su versión más degradante de lo que ocurrió en 1929), ha sido algo sobradamente conocido y tolerado por lo que eufemísticamente conocemos como Administración. Por una parte, por la falta de moral, por no decir por la corrupción, que es moneda de cambio en una parte significativa de las entidades gubernamentales; por otra, porque las dimensiones adquiridas por el Capital, así como la maniobrabilidad que sus gestores han desarrollado (o mejor dicho, han sabido imponer) en función de su poder, escapa al control de unos países que con respecto al mismo se han convertido en gnomos.

A este respecto saco a colación un pasaje que inmortalizó el inolvidable Ortega. Se refiere a aquel gitano que se fue a confesar; pero el cura, precavido, comenzó por preguntarle si sabía los mandamientos. A lo que el gitano contestó. Misté padre; yo loh iba aprendé, pero he oido un run run que lohs iban a quitá. ¿No es ésta la situación presente en el mundo? Corre el run run de que ya no rigen los mandamientos… (fin de la cita)

O lo que viene a ser lo mismo, la moral, la ética y la estética, no digo que estén en entredicho; digo que resultan antiguallas en unas sociedades en las que todo vale. El progreso está fundamentado en la existencia de una evolución; pero cuando esta evolución conlleva la dejación de todos los valores que consuetudinariamente le hemos venido otorgando al progreso, el progreso deviene involución. Es lo que hemos estado viendo en los últimos treinta años. Después de un largo período en el que, merced a unas políticas sociales se mejoraron substancialmente las confrontaciones entre las empresas y los asalariados, surgieron unos iluminados que postularon el retorno de aquel laissez-faire que fue el mascarón de proa de la vieja revolución industrial. El resultado ha sido el que estamos padeciendo. La libertad se ha convertido en patrimonio de aquéllos que pudieran imponerla. Y ésta no se impone. Se consigue teniendo en cuenta la libertad de los demás. No es por tanto de extrañar que como consecuencia de un neoliberalismo que ha llegado incluso a subvertir los poderes del Estado (y que al mismo tiempo demanda de éste la protección de lo que en ellas se ha conseguido), el hombre haya dejado de creer en sus políticos, en su modelo económico-social y en función de la propia degradación de los valores, hasta en su propia capacidad para desembarazarse de las secuelas que él mismo acostumbra generar. Así no es que sea difícil vivir en sociedad; así es que la sociedad ha dejado de existir.
de Gregorio

Anónimo dijo...

No acostumbro escuchar el programa de Pepa Fernández, pero alguien muy allegado a mí me habló de tus charlas sobre economía, de tu bitácora y de la idoneidad de que me pusiera en contacto contigo al objeto de buscar repelentes con los que evitar los tiburones; y entrando en la misma me topé (en el sentido más cervantino del término) con El Informe Lehman.
Como se expone en este artículo, lo ocurrido (como un exquisitez en su versión más degradante de lo que ocurrió en 1929), ha sido algo sobradamente conocido y tolerado por lo que eufemísticamente conocemos como Administración. Por una parte, por la falta de moral, por no decir por la corrupción, que es moneda de cambio en una parte significativa de las entidades gubernamentales; por otra, porque las dimensiones adquiridas por el Capital, así como la maniobrabilidad que sus gestores han desarrollado (o mejor dicho, han sabido imponer) en función de su poder, escapa al control de unos países que con respecto al mismo se han convertido en gnomos.

A este respecto saco a colación un pasaje que inmortalizó el inolvidable Ortega. Se refiere a aquel gitano que se fue a confesar; pero el cura, precavido, comenzó por preguntarle si sabía los mandamientos. A lo que el gitano contestó. Misté padre; yo loh iba aprendé, pero he oido un run run que lohs iban a quitá. ¿No es ésta la situación presente en el mundo? Corre el run run de que ya no rigen los mandamientos… (fin de la cita)

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Anónimo dijo...

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O lo que viene a ser lo mismo, la moral, la ética y la estética, no digo que estén en entredicho; digo que resultan antiguallas en unas sociedades en las que todo vale. El progreso está fundamentado en la existencia de una evolución; pero cuando esta evolución conlleva la dejación de todos los valores que consuetudinariamente le hemos venido otorgando al progreso, el progreso deviene involución. Es lo que hemos estado viendo en los últimos treinta años. Después de un largo período en el que, merced a unas políticas sociales se mejoraron substancialmente las confrontaciones entre las empresas y los asalariados, surgieron unos iluminados que postularon el retorno de aquel laissez-faire que fue el mascarón de proa de la vieja revolución industrial. El resultado ha sido el que estamos padeciendo. La libertad se ha convertido en patrimonio de aquéllos que pudieran imponerla. Y ésta no se impone. Se consigue teniendo en cuenta la libertad de los demás. No es por tanto de extrañar que como consecuencia de un neoliberalismo que ha llegado incluso a subvertir los poderes del Estado (y que al mismo tiempo demanda de éste la protección de lo que en ellas se ha conseguido), el hombre haya dejado de creer en sus políticos, en su modelo económico-social y en función de la propia degradación de los valores, hasta en su propia capacidad para desembarazarse de las secuelas que él mismo acostumbra generar. Así no es que sea difícil vivir en sociedad; así es que la sociedad ha dejado de existir.
de Gregorio

Anónimo dijo...

ëste precede al insertado con anterioridad,

No acostumbro escuchar el programa de Pepa Fernández, pero alguien muy allegado a mí me habló de tus charlas sobre economía, de tu bitácora y de la idoneidad de que me pusiera en contacto contigo al objeto de buscar repelentes con los que evitar los tiburones; y entrando en la misma me topé (en el sentido más cervantino del término) con El Informe Lehman.
Como se expone en este artículo, lo ocurrido (como un exquisitez en su versión más degradante de lo que ocurrió en 1929), ha sido algo sobradamente conocido y tolerado por lo que eufemísticamente conocemos como Administración. Por una parte, por la falta de moral, por no decir por la corrupción, que es moneda de cambio en una parte significativa de las entidades gubernamentales; por otra, porque las dimensiones adquiridas por el Capital, así como la maniobrabilidad que sus gestores han desarrollado (o mejor dicho, han sabido imponer) en función de su poder, escapa al control de unos países que con respecto al mismo se han convertido en gnomos.

A este respecto saco a colación un pasaje que inmortalizó el inolvidable Ortega. Se refiere a aquel gitano que se fue a confesar; pero el cura, precavido, comenzó por preguntarle si sabía los mandamientos. A lo que el gitano contestó. Misté padre; yo loh iba aprendé, pero he oido un run run que lohs iban a quitá. ¿No es ésta la situación presente en el mundo? Corre el run run de que ya no rigen los mandamientos… (fin de la cita)

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Anónimo dijo...

Vuelvo a insertar el correo que envié anoche a esta bitácora; que vi reflejado en la misma minutos después y que a esta hora ha desaparecido.
Ruego me comuniquen las razones, si es que creen que existe alguna que justifique su desaparición.
Como podrán observar este correo debería figurar antes del que os envié el día trece de los corrientes.
No acostumbro escuchar el programa de Pepa Fernández, pero alguien muy allegado a mí me habló de tus charlas sobre economía, de tu bitácora y de la idoneidad de que me pusiera en contacto contigo al objeto de buscar repelentes con los que evitar los tiburones; y entrando en la misma me topé (en el sentido más cervantino del término) con El Informe Lehman.
Como se expone en este artículo, lo ocurrido (como un exquisitez en su versión más degradante de lo que ocurrió en 1929), ha sido algo sobradamente conocido y tolerado por lo que eufemísticamente conocemos como Administración. Por una parte, por la falta de moral, por no decir por la corrupción, que es moneda de cambio en una parte significativa de las entidades gubernamentales; por otra, porque las dimensiones adquiridas por el Capital, así como la maniobrabilidad que sus gestores han desarrollado (o mejor dicho, han sabido imponer) en función de su poder, escapa al control de unos países que con respecto al mismo se han convertido en gnomos.

A este respecto saco a colación un pasaje que inmortalizó el inolvidable Ortega. Se refiere a aquel gitano que se fue a confesar; pero el cura, precavido, comenzó por preguntarle si sabía los mandamientos. A lo que el gitano contestó. Misté padre; yo loh iba aprendé, pero he oido un run run que lohs iban a quitá. ¿No es ésta la situación presente en el mundo? Corre el run run de que ya no rigen los mandamientos… (fin de la cita)

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O lo que viene a ser lo mismo, la moral, la ética y la estética, no digo que estén en

Anónimo dijo...

Honestamente me sorprende que por segunda vez me hayáis borrado la aportación que como complementaria a la enviada el día 13 de los corrientes os remití el día 14. Y me asombra porque con ello no creo haber traansgredido los principios que este moderador (y por extensión, cualquier otro que pudiera apreciarse) habría de requerir en la confección de estos comentarios.
Siento vergüenza ajena que por la incompetencia operativa que he encontrado en esta bitácora, mis contactos con Francisco Álvarez se hayan ido al garete.

de Gregorio

luismi dijo...

de Gregorio.

En nombre de la redacción de 'No le digas a mi madre que trabajo en Bolsa' le solicito disculpas por lo sucedido. Si usted quiere creer que se le ha censurado, está en su derecho, pero lo sucedido es más simple: la nueva herramienta antispam de Blogger ha detectado un texto similar enviado varias veces y ha procedido a borrarlo de forma automática y enviarlo a la bandeja de Spam.

En caso de decidir usted enviarnos nuevos comentarios, le pedimos un poco de paciencia: el sistema de publicación es automático y necesita un tiempo para actualizar la lista de los últimos comentarios.

En todo caso, le rogaríamos que en caso de dudas o problemas se ponga en contacto con la redacción, antes de hacer juicios de valor como los que hace.

Un saludo.